domingo, febrero 04, 2018

GRACIAS NELLY


La tarde del sábado 3 de febrero, en el hogar de mi amiga Nelly, me reuní con mis ex vecinas de Las Amapolas, con la Sra. Sara, la Sra. Tita y la Charo, a más de 200 Km de distancia de la comuna de Lo Prado, en su casa de Valparaíso.

Me transporté al pasado, a esos 22 años que viví en la casa de Las Amapolas, entre 1968 y 1990, fueron los años de la Unidad Popular, el Golpe de Estado y los años de la Dictadura Militar. En 5 horas que compartimos un delicioso atún al horno, recordamos las vivencias del barrio, recuerdos que parecían congelados en una nevera, aunque el tiempo no ha pasado en vano, y muchos habitantes de esa cuadra ya no están, entre ellos mi madre y mi hermano.

Mi solitaria sobrevivencia se sintió acompañada por esas mujeres que fueron parte de mi vida, aunque mi madre siempre buscaba impedir que yo me relacionara con la gente del barrio. Ella hizo lo que pudo para mantenerme a mí, y a mi hermano, lejos de los vecinos, por lo cual debíamos salir del colegio derecho a casa, y dado que ella no estaba siempre presente producto de su necesidad de trabajar, recurría a sus chantajes emocionales, basado en que la madre debe ser respetada y obedecida para no enojar a Dios y la Virgen. Agradezco los cuidados de mi madre, forjaron mi autoestima y me permiten hasta hoy sobrevivir con dignidad.

Agradezco a mis ex vecinas por regalarme estos hermosos momentos y permitirme recordar quien soy, y sobre todo agradezco a mi amiga Nelly por haberme permitido y otorgado este momento de felicidad. Una mezcla de nostalgia y felicidad en realidad.

En la foto aparece mi madre Carmen Rosa, mi hermano menor Américo Andrés, yo. Al fondo se ve en el umbral de su casa; el abuelo, suegro de la Sra. Sara. Es Enero del año 1970, calle Las Amapolas de la antigua comuna de Las Barrancas, estábamos recién comenzando a vivir dos décadas que marcaron mi infancia, mi adolescencia y mi juventud.

Gracias Nelly.